Con la llegada del calor y también de algunas lluvias alternativas, creí avistar un sinfín de frases afectivas, un punto de partida para crear mi propio resurgir siendo tú mi sombra, más alegre que la del propio fénix, en éste caso mi persona, un verano cálido y aún más cálido porque estarías abrazándome.
Me abrazaste, efectívamente me abrazaste cuando te lo pedí antes de despedirnos. Resurjo, pero resurjo sólo, con las alas congeladas y sufriendo un deshielo lento en lugar de hacerlo con las alas incandescentes y brillantes por la ola calurosa que debió llevarme a mejor destino.
Hoy te busqué tras una pesadilla, de esas que me acechaban de niño tras ver alguna de las películas que hoy en día tú te atreves a medio ver con las manos tapando esos ojos que durante diez meses me miraban y a los cuales añoraré de una forma inimaginable, totalmente inimaginable por la mente humana.
Escribir esto y tratar de plasmarlo de una manera distinta, no es complicado, pero sí doloroso porque viene a decir lo mismo que diría con una jerga cotidiana. Sé que "nosotros" es todo lo contrario a un coche teledirigido que hace lo que yo espero según pulso un botón, y que en caso de serlo, he agotado las pilas o tú las has sacado del juguete.
Sé que alegría, sencillez, fluidez y normalidad son los cuatro pilares que tú buscas o buscabas; los busco.
Y destrozarte no, antes que eso me alejo y que el mundo reordene.
domingo, 10 de mayo de 2009
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