Sensaciones

Hay sensaciones que no se pueden describir facilmente. Una persona puede tenerlas, y a su vez ser consciente de lo complicado que es mostrarlas al exterior.

De vez en cuando, se presentan días en los que reinan los altibajos, los cambios de humor, las variaciones en el estado de ánimo según las noticias que recibes, la energía con la que te ves para afrontar los hechos que acontecen y las labores que has de llevar a cabo, sean por oficio o elección propia...

Cuando te rodea esa sensación de derrota (la misma a la que temen los débiles cuando creen que les acecha al doblar la esquina) por haber actuado de forma mejorable o muy mejorable según tu criterio, tienes la posibilidad de sentarte en el coche y descubrir un abanico de opciones traducidas en forma de túneles, siempre después de rodar por una autopista repleta de señales que te conducen a la duda.

Uno de los túneles, puede hacer que salgas de él pensando que tu papel en la vida es la caída en combate.

Otro de los túneles te propondría salir del mismo pensando que los baches son batallas y no la guerra.

Y un tercer túnel te dará la alternativa de pasar por alto todo aquello que pueda malherirte .

Si tu coche entra por cualquiera de ellos a la velocidad que tus pies han ordenado tras pisar los pedales, con tus ojos fijos en la línea que convence tus sentidos y que no te impide adelantar a tus adversarios a pesar de lo continua que es, y tu mente cegada con salir seguro de tí mismo, no sólo saldrás del túnel, sino que lo harás victorioso sí o sí.